El siglo que cambió la historia de Xeve

En 2009, la parroquia de Santa María de Xeve tan solo disponía de 893 habitantes en su censo. Pero esta localidad tiene una historia llena de altos, como cuando fue concello propio, y bajos, la época en la que vivió bajo la opresión de la casa Gondar. Esta última las recuerda Herminio Sande Lado en su libro "Xeve en el siglo XVII".

La historia comenzó hace ya años, cuando Herminio Sande llegó a Xeve, para ser el párroco de la parroquia. Fue ya entonces cuando comenzó a interesarse por la historia del lugar. Concretamente fue el siglo XVII el periodo que más le fascinaba porque significó un antes y un después en los anales de Xeve. Lo que empezó como interés, pasó a transformarse en un proyecto que dejó olvidado hasta hace dos años cuando Herminio comenzó a investigar verdaderamente en las crónicas de la época.
Sus investigaciones le llevaron a revisar los archivos del Reino de Galicia en A Coruña, además de Salamanca y los de la Universidad de Oviedo, desafortunadamente, con desigual fortuna en cada uno de ellos. Ahora, fruto de esos trabajos sale a la luz "Xeve en el siglo XVII", una crónica que narran los hechos más significativos de este periodo.
"El libro no saldrá a la venta, porque mi oficio no es el de escritor, ni es mi pretensión ser uno de los principales cronistas e historiadores. Escribí este libro porque es importante que no se olvide un pasado que aún tiene presencia hoy en día" afirma Herminio, que saca esta publicación gracias a una subvención de la Diputación de Pontevedra, "aída que é unha publicación modesta, porque boa parte a paguei eu e non era a miña finalidade convertirme en escritor de oficio", recalca el párroco. De echo, la forma para conseguir un ejemplar es acudir a la comida que se celebrará el próximo día 10 en el campo de la iglesia de San Andrés de Xeve, por la festividad del Rosario.
"Curiosidade e intriga por una historia exclusiva en Galicia", promete Herminio. La situación en la época viene marcada por el privilegio de la luptuosa, dado por Carlos I a la familia de Gondar, mediante la cual estos podían cobrarle a cada familia 2 reales por los muertos que tuvieran. Fue el origen de batallas dialécticas y reveliones que duraron 150 años que se traducen en asesinatos en los caminos. "Foi unha época moi crítica para Xeve", señala el párroco, "aínda hoxe se pensa que os de San Andrés son máis señoritos porque os de Santa María estaban máis oprimidos e, de feito, a terra aínda non é deles, é dos Gondar" recalca.
"Coa chegada do párroco Francisco Argüelles termina coa redención da luctuosa. Consigue os veciños paguen dunha vez para sempre 2100 ducados, pero con autorización real, e aquí cambia a historia de Xeve" revela Herminio. También cuenta la historia del obisto Zambrana, que dotó a Xeve de su primera escuela.

NA ORIXE.-

A presencia humana nestes contornos remóntanse a moitos séculos atrás. Na época prehistórica existían diversos castros que aínda se conservan na zona: o Monte do Castro, en Verducido e os dous situados en Santo André de Xeve (o de Maúnzo e o de Sobral). Preto do primeiro localízase o lugar da Torre, o que fai pensar que na Idade Media había alí unha fortaleza ou algún outro tipo de edificación defensiva.

AS PEGADAS ROMANAS.-

Tamén o Imperio Romano deixou as súas pegadas. Dous bos exemplos son os que atoparon por casualidade dous campesiños no século XIX. Segundo contan, foi un labrego quen, traballando preto da capela de San Roque, rompeu sen querer o que resultou ser unha ánfora chea de moedas de ouro, prata, la, cobre e bronce. Estaban perfectamente conservadas, malia pertencer a diferentes épocas entre os séculos I e IV. E sorpresa semellante levou a muller que cavaba o millo cando coa aixada estragou una vaixela da que comezaron a saír numerosas moedas da época romana. Unha vez limpas, revelaron no seu anverso os bustos de emperadores romanos como Galieno, Claudio e Filipo, entre moitos outros. Nesta ocasión non eran de ouro nin de ningún outro metal precioso, pero de grande valor.

A LIBERACIÓN DA LUCTUOSA.-

Non se pode falar da historia de Xeve sen deterse nun dos episodios máis significativos do seu pasado: o momento no que o entón párroco da fregresía de Santo André de Xeve, Francisco Argüelles, libera á veciñanza da Luctuosa, un dereito antigo que nalgunhas provincias se pagaba ao señorío e prelados cando morrían os seus súbditos ou súbditas. Tratábase dunha especie de imposto que os vasalos e vasalas pagaban ao seu señorío por coidalos cando morría alguén da familia. Foi a finais do século XVII. "A chegada de Francisco Argüelles remata coa redención da luctuosa: consegue que a veciñanza pague dunha vez e para sempre 2100 ducados, con autorización real, e aquí cambia a historia de Xeve”.

NO CATASTRO DE 1755.-

A autonomía das terras de Xeve queda recollida xa no Catastro do Marqués da Ensenada, de 1755, onde especifica que están gobernadas baixo a forma dun Couto. Este documento divide tamén Santa María e Santo André, unidas ata ese momento, e establece que o Couto de Xeve quedaba integrado por Santa María de Xeve, Santo André de Xeve, Verducido e os mordomos pedáneos. O territorio pertencía ó Señorío de Bermúdez de Castro, donos de moitas terras e da Casa de Gondar, entre outras propiedades.

EL PAZO DE GONDAR

Cuando en 1860 la pareja formada por José Manuel Fontán García y Emilia Pérez Douterelo se hizo con el pazo de Gondar, en Santa María de Xeve, un mayorazgo otorgado originariamente por Carlos V a Pedro Arias de Aldao, no sospechaban que darían lugar a una saga familiar que continúa más de un siglo después y que ayer celebró su primera reunión.
El encuentro tuvo lugar bajo una carpa en el bello pazo ubicado en Xeve, una construcción que conserva una cárcel aneja y una imponente escalinata ante la que ya se había retratado la familia Fontán en 1906.
Esa imagen se repitió ayer y completó una comida en la que participaron 170 descendientes y familiares de la pareja original, un encuentro que tuvo lugar bajo una carpa instalada en un lateral del pazo. "Fue nuestra primera reunión, lo que queríamos", explica Gerardo Fontán, uno de los bisnietos, "es poder reunirnos, era una ocasión única porque lo normal es que nos encontremos en los funerales, algunos ni nos conocíamos y nos saludamos hoy por primera vez".
Sobre sus antepasados, los participantes en el encuentro cuentan que "ellos eran caseros, venían de esta misma parroquia, de Santa María de Xeve, y con su trabajo compraron el Pazo".
Se trata de una propiedad con terrenos en la que José Manuel Fontán y Emilia Pérez criaron a sus tres hijos. Vendrían después 15 nietos y 40 biznietos, a los que se sumaron ayer numerosos tataranietos y parejas de éstos hasta completar los casi 200 participantes.
Éstos posaron para la foto y pudieron volver a contemplar los escudos del pazo, en los que figuran por ejemplo las flores de lis de los Aldao, la Torre de Gondar, los escaques de los Bermúdez y los roeles de los Castro, familias que fueron propietarias inicialmente del pazo de Santa María de Xeve.
Éste cuenta con una torre defensiva del siglo XV aunque su estado de conservación es mejorable. De hecho, el pasado año la Asociación Galega de Genealogía y Heráldica advirtió del deterioro del pazo y reclamó protección por parte de las administraciones. "Conservar un pazo no es fácil", explican los bisnietos de la pareja que adquirió la propiedad, "hay partes que están bien y otras no tanto, un proyecto de restauración de todo costaría muchos millones".
Éstas y otras reflexiones, además de decenas de anécdotas familiares, sirvieron ayer para animar la larga sobremesa de esta saga se encara su segundo centenario.